19 ene 2025

Algo no cuadra.



 

En febrero de 2020, la epidemia de gripe alcanzó una incidencia de 309,7 casos por 100.000 habitantes. Antes del GRAN CAMBIAZO Imponer un arresto domiciliario inmoral y anticientífico con la excusa de un virus era impensable, algo propio de tiranías como China. Nadie esperaba a la inquisición española.  

Estábamos equivocados. A mediados de marzo de 2020 nos sometieron al mayor asalto a nuestros derechos y libertades en tiempos recientes con el coronavirus como excusa. Nos sometieron a arresto domiciliario por una incidencia de 12,23 casos por 100.000 habitantes. Los medios de comunicación en una campaña continua de terror, incertidumbre y duda sin precedente nos recordaba a diario que este virus único había colapsado  hospitales y funerarias.

El nuevo coronavirus provocaba síntomas nunca antes vistos, como perturbadores aplausos a las 8, espantosos bailes incontrolados de enfermeras, desaparición del papel higiénico de las estanterías, sacrificios humanos, perros y gatos cohabitando ¡la histeria de las masas! En ese aspecto sin duda no fue una simple gripe.

Durante “La Pandemia” la gripe y el resto de virus respiratorios desaparecieron por alguna razón aún sin aclarar satisfactoriamente. En los peores momentos la incidencia de covid-19 alcanzó la cifra astronómica de 300 casos por 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo. La misma incidencia que unos meses antes alcanzó la  "gripe" ahora ausente. Estábamos encerrados y garantizaban que solo serían 15 días más.

Llegamos a 2024 dejando atrás confinamientos, toques de queda, bozales obligatorios y vacunaciones masivas. Ese año la incidencia de enfermedades respiratorias llegó a superar los 1000 casos por 100.K habitantes ¡mil! Imponer otro arresto domiciliario inmoral, cruel y anticientífico estaba fuera de cuestión o quizá no, la amenaza de la próxima pandemia tiranía sanitaria siempre rondará sobre nuestras cabezas. 

Por alguna razón ninguna "autoridad", "experto" o "científico" parece interesado en investigar la causa incausada tras esta incidencia disparada de forma tan notable, nadie esta alarmado por ello, es como si no existiera. 

Tampoco llegó ese colapso que profetizaron los "expertos" y demás voceros de la narrativa pandémica, esa situación tan extrema de desastre, caos y pérdida de control a la que llegaríamos si no se imponía de forma inmediata un brutal arresto domiciliario.

El sistema sanitario es capaz de gestionar unas cifras de casos casi cuatro veces superior a los que tuvimos durante la “pandemia”. Lo que no se podía gestionar era la histeria inducida por los medios, las medidas inhumanas, contradictorias, improvisadas, arbitrarias y contraproducentes, no tanto el número de infecciones. 

La temporada actual  nos presenta un panorama semejante. Según el último informe del instituto Carlos III hemos alcanzado una incidencia de 805,9 casos de infecciones respiratorias por 100.000 habitantes. 

 

La incidencia que en febrero de 2020 era alarmante y la peor epidemia en cuatro años, en marzo de ese mismo año era  pandemia, la peor desde hace 100 años, se ha superado con creces dos años consecutivos y nadie está cuestionando por qué. 

Los sumos sacerdotes de "La Ciencia" parecen los menos interesados, en su isla flotante de Laputa andan ocupados en asuntos por encima de las preocupaciones mundanas, como que nueva estrategia usar  para obtener aún más beneficio económico en la "próxima pandemia" con la que continuamente nos amenazan, no sabemos si llegará antes o después de aquella "famosa" vacuna covid prometida por el CSIC que estaba a punto de salir, si hay que hacerla se hace ya, pero hoy no... mañana.

 



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Hay un niñito tullido en el hospital que te pide que comentes, lo sé porque lo tullí yo mismo para que te inspirase.