Inocentes.
Vulgarizar la ciencia.
Siguiendo con el tema de la ciencia convertida en fulana y los fulanos que la pervierten, me encuentro con esta pequeña fábula que forma parte Il Novellino, libro anónimo del siglo XIII, según lo cita Carlos Fisas en Historias de la Historia. Ilustra oportunamente el asunto:
Del cientifismo al genocidio.
Estos días en la prensa -que no todo va a ser malo- se ha colado esta pequeña joya escrita por el físico Gerald Holton, que ha sido de actualidad porque recientemente le han otorgado el premio Fronteras del Conocimiento.
La mascarada.
Víctimas silenciosas: los niños.
Pero bueno, no pasa nada, mejor eso que morirse.
Serán juzgados por la historia.
Donde dije digo.
En conclusión, Redacción Medica no se pone de acuerdo en si respirar es un riesgo o un beneficio. Lo que si tienen claro es la cantidad, que son cinco, ni cuatro ni seis, cinco, así se divulga ciencia y se informa al ciudadano. O también parafraseando el rico refranero español: cinco son cinco las hijas de Elena, cinco son cinco y ninguna respira bien.
Y tienen claro que el gobierno lleva razón. Revisión por pares: por estos pares. La ciencia basada en lo políticamente correcto, no necesitamos artículos publicados en una revista científica de impacto si tenemos un real decreto, publicado en el BOE equivale a científicamente demostrado. Por el BOE te la hinco.
Respiramos por encima de nuestras posibilidades, debemos subsanar ese error y llevar mascarilla mucho mucho tiempo. La contaminación no es como un virus, pero igual nos vale de excusa, el caso es que no te quites el hiyab sanitario, símbolo de tu sumisión y de tu "miedo al extraño", que ha dejado de ser un semejante, otro ser humano, para ser un vector de contagio, un portador de virus contagioso y peligroso.
Quítate ese bozal ya, ahora sin excusas. No esperes a que te den permiso. Tu amo no te lo quitará nunca.