Lo que da, y lo que no da.

Los delincuentes que por desgracia nos gobiernan siguen intentando aterrorizar a la población, con campañas publicitarias sensacionalistas, irreales, asustaviejas -nunca mejor dicho- y  repugnantes como la infame nueva campaña financiada por el gobierno de Canarias bajo el eslogan: "Una simple reunión familiar puede traerte de regalo 40 días en coma o incluso la muerte".

Con el coronavirus, como con la gripe hay  que tomar ciertas precauciones si formas parte de la población vulnerable. Pero el terror, la histeria y la irracionalidad que estamos viendo estos días no ayudan a nadie, no tienen sentido y solo empeoran la situación con un pánico generalizado que es más mortal que cualquier virus.

A estas alturas deberíamos estar ya más informados y menos asustados. No estamos igual que hace 5 meses cuando nos encerraron condenándonos a un arresto domiciliario desproporcionado, ilegal e inconstitucional. 

Los políticos sinvergüenzas y canallas, como era de esperar, se empeñan en hacer justo lo contrario, seguir manteniendo el miedo, una población asustada es fácil de engañar y controlar.

El "nuevo" coronavirus SARS-cov2 ha demostrado ser una enfermedad menos grave y menos contagiosa que otros  virus, como el H1N1 responsable de la gripe española que mato 100 millones de personas entre 1918 y 1920 y de la pandemia del año 2009,  o el SIDA, que hoy sigue matando a casi un millón de personas al año en todo el mundo.

Esto me ha traído a la memoria una famosa campaña informativa sobre el SIDA del año 1987. Sí, soy suficiente mayor para recordarlo. ¿Y vosotros?

En aquella época había poca información sobre el SIDA, era una nueva enfermedad para la que no había tratamiento, vacuna, ni cura. Su aparición provocó un pánico generalizado y una confusión entre la población no muy diferente al actual con el coronavirus. Como ahora la gente tenía miedo, se difundieron  bulos alarmistas y noticias falsas, los rumores decían  que se trasmitía por el aire, por tocar a un enfermo "asintomático", por los mosquitos, por los besos etc. nada de eso era cierto.

Aún así, no se tomaron medidas irracionales, inconstitucionales y sin base científica como los confinamientos. El mundo aún no estaba tan corrupto.

El ministerio de sanidad  de entonces centró sus esfuerzos en tranquilizar a la población con campañas informativas en los medios de comunicación, en vez de coaccionar con medidas absurdas a golpe de Decreto Ley como se ha hecho ahora. Con ese objetivo  crearon y difundieron aquella campaña,  divertida y entrañable pero a la vez veraz y honesta, en un intento de instruir a la población de todas las edades y desmentir los rumores sin fundamento que circulaban aquellos días.

Se emitieron anuncios de televisión y de radio, y se colgaban carteles en los institutos y los gimnasios. Los protagonistas eran unos simpáticos muñecos con forma de símbolo masculino y femenino que mostraban de forma gráfica pero sencilla que practicas trasmitían el SIDA y cuales eran seguras.



Y fue un gran éxito, el miedo se fue disipando gracias a campañas como esta  y a películas como Philadelphia (1993) Protagonizada por Tom Hanks y con Antonio Banderas en uno de sus primeros papeles en Hollywood. La opinión pública cambió su visión sobre la enfermedad, que aún hoy mata  mucho más que el gran lobo malo coronavirus.


He decidido mezclar ambos conceptos, ¿Cómo sería una campaña como la de los ochenta pero aplicada actualmente al coronavirus?  me ha salido esto.

¿Qué da, y qué no da?






Celebrar un cumpleaños ¡Sí da!



Celebrar una victoria electoral ¡no da!



Ceremonia íntima por un ser querido ¡Sí da!


Entierro multitudinario de un ex-político comunista ¡No da!




El pueblo en la playa ¡Sí da!



La casta en la playa ¡No da!





Si gusta, haré más en un futuro. Mientras tanto, considera una Visita al canal Sin Dogmas en Bitchute para ver más vídeos.



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