hemeroteca: Mascarillas.

A pesar de lo que aseguran los "verificadores de datos" vinculados con intereses partidistas y gubernamentales, no existe evidencia científica concluyente que demuestre de que el uso indiscriminado de mascarillas por la población general sea útil para evitar contagios de enfermedades respiratorias tipo gripe. 1  En cambio existen evidencias que su uso continuo e inapropiado puede ser perjudicial para la salud 2

Hasta hace pocos meses,  momento en que el consenso político eclipso el consenso científico, los "expertos" coincidían en que las mascarillas tan solo sirven en un contexto sanitario, usadas por médicos entrenados para llevarlas correctamente y dentro de un protocolo que incluye otras prácticas profilácticas como el lavado de manos.

Nos decían que las mascarillas pueden ser útiles en algunos casos para la población vulnerable, o que  son recomendables en caso de estar en contacto directo con un enfermo en un espacio cerrado o mal ventilado. 

Todo esto es bastante sensato. Lo que no es sensato, lógico ni ético es que ahora nos obliguen por ley a llevarlas a todos.

Utilizarlas o no en zonas públicas y privadas,  en cualquier caso, debería ser voluntario, respetando así la base de toda practica médica: el consentimiento informado.

 
Los "expertos" y sus tribulaciones.
 
Basta con un pequeño repaso a la maldita hemeroteca  para encontrar algunos ejemplos de este "cambio de paradigma" político.
 
 
25 febrero, 2020

Isabel Solá, investigadora del CSIC  especialista en coronavirus:

"El uso generalizado de mascarillas no está justificado" 

La investigadora insta a la ciudadanía a aplicar medidas de prevención "de sentido común" y confiar en los sistemas de salud para "no dejarse llevar por la histeria".

 



26 febrero. 

Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM):
"las mascarillas no sirven de nada al aire libre ni tampoco en lugares del mundo donde no hay transmisión local".

 


 

Don Simón el playero:

"No tiene sentido que los ciudadanos sanos usen mascarilla"

 


  

27 de febrero.
 
Salvador Illa, ministro de sanidad y filósofo.


 

2 de marzo  

Jose Jonay, Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública, y  Guadalupe Fontán, Coordinadora de enfermería del grupo de expertos de actuación ante el Coronavirus del Ministerio de Sanidad, dentro del Foro ANIS:
"Usar mascarillas de forma indiscriminada por la calle no sirve de nada"




Ana Pastor,  oficio: sus labores de verificación.
No, en España no necesitas llevar mascarilla en la calle por el coronavirus.



8 de marzo.

Dr Anthoni Fauci, el "sheriff" de las pandemias.

"No hay razón para andar por ahí llevando mascarilla. Cuando estas en mitad de un "brote", llevar mascarilla puede hacer que la gente se sienta un poco más segura, e incluso puede  bloquear una gotícula, pero no ofrece la protección perfecta que la gente se cree, y tiene consecuencias indeseadas, la gente toquetea la mascarilla y se toca  la cara"

 

Adolfo García Sastre, virólogo español en NY:

Las mascarillas no son eficientes
Además, ha querido acabar con la creencia que se ha extendido con el uso de las mascarillas, de las que ha asegurado que no son realmente eficientes, ya que "un virus es aun más pequeño que una bacteria" y sus filtros no son suficientes para detenerlo. "Si llevan mascarillas las personas que tengan un catarro secretarán menos y sí será más eficaz, pero que la lleve la población sana no tiene mucho sentido", ha explicado.




Juan Manuel Jiménez Muñoz, autor de "Carta abierta a los imbéciles".
Salvo que tengas que salir de tu casa para operar de apendicitis a tu vecino, NO PRECISAS MASCARILLA.



 

En algún momento sin determinar de marzo (Vídeo borrado)

 La gata de Schrödinguer y la cara de cementinguer.




Aprendiendo de la historia.


Es cierto que el nuevo coronavirus no es "la" gripe, aunque se le parece bastante. Ambos son virus y provocan síntomas semejantes. Esto es lo que nos decían durante la pandemia de gripe del 2009 sobre el uso de mascarillas. 
 

¿Sirven para algo las mascarillas?

María Elena Navas
BBC Ciencia

30 abril 2009

Hay mucha incertidumbre sobre el brote de gripe porcina, pero algo que nos tiene a todos muy confundidos es si las mascarillas sirven realmente para evitar la propagación del virus. No hay evidencia científica que demuestre que las mascarillas evitan la propagación del virus.

Tal como nos contó la corresponsal de la BBC en México, Cecilia Barría, se quedó sorprendida al ver durante una conferencia de prensa en la Secretaría de Salud que nadie llevaba mascarillas. Ni las secretarias, ni los empleados de limpieza, ni los funcionarios, ni el director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades.

Cuando los reporteros le preguntaron a Miguel Ángel Lezana por qué, el funcionario dijo "porque la porosidad de las mascarillas permite fácilmente el paso de las partículas" y agregó que "es muy poco viable que el virus pueda transmitirse por el aire sin estar en contacto con ninguna superficie".

Entonces ¿por qué el gobierno mexicano ha repartido millones de mascarillas a la población? y ¿por qué muchos ciudadanos en ese país están ahora angustiados ante la aparente escacez el humilde tapabocas?

Según Lezana, se repartieron mascarillas por "una demanda de la población. La gente se siente más segura llevándolas, más tranquila, y no les hace ningún daño", afirmó.

Las cosas, sin embargo, podrían no ser tan simples.

¿Alarma?

A medida que la enfermedad se ha propagado de un país a otro, han surgido informes de compras "de pánico" en internet de todo tipo de productos, incluidas mascarillas. Y es que una de las imágenes que nos viene a la mente cuando hablamos de gripe porcina es la de los ciudadanos en México caminando por las calles con el rostro semicubierto.

Los expertos, es cierto, se muestran escépticos sobre la utilidad de las mascarillas para proteger contra la influenza.

Las mascarillas por sí solas no evitan la propagación del virus de influenza. Las medidas de higiene básicas como lavarse las manos, usar y desechar los pañuelos al estornudar, y desinfectar las superficies son la clave para evitar la transmisión de la infección Dra. Gail Lusardi

"Realmente hay poca evidencia de que las mascarillas ofrezcan mucha protección contra el virus de influenza", le dijo a la BBC el profesor John Oxford, virólogo del Hospital Barts en Londres.

"Y creo que haberlas distribuido al público como se ha hecho en México sólo ha servido para despertar desconfianza.

"La gente puede estar tranquila y ser consciente de las recomendaciones de salud, pero empezar a ver a otras personas apuradas en las calles con mascarillas es algo que puede sembrar el pánico", afirma el profesor Oxford.

"Y ése es el tipo de cosas que queremos evitar con una situación como la actual, es decir, alarmar a la gente", agrega.
 
Transmisión

La evidencia científica no demuestra que el uso general de mascarillas en personas que no están enfermas tenga algún efecto.

El Reino Unido, Estados Unidos y otros países han reservado el uso de las mascarillas -y de guantes especiales- para los empleados del sistema sanitario, particularmente aquéllos que están en contacto constante con víctimas potenciales.

Los expertos afirman además que estas personas deben utilizar mascarillas especiales con un filtro que evita el paso de algunas partículas en el aire, pero que son más costosas porque deben ser hechas a la medida del rostro.

El virus de gripe porcina, recordemos, se transmite como cualquier virus de gripe: principalmente por partículas de agua propulsadas hasta un metro cuando una persona contagiada estornuda o tose.

También puede haber contagio al tocar una superficie contaminada (donde la persona enferma ha tosido o estornudado) donde el virus puede sobrevivir algunas horas (dos horas o más dependiendo de la humedad del lugar) y después llevarse la mano a la boca o nariz.

Es por eso que las mascarillas con filtro son mucho más efectivas que las quirúrgicas estándar o las mascarillas contra polvo que se usan en construcciones, y sobre todo que las mascarillas de papel que son totalmente inútiles.

"Un virus como éste no puede contagiarse caminando por las calles, se necesita estar cerca de una persona contagiada -dice el profesor Oxford. Los trabajadores de salud son quienes tienen más probabilidades de entrar en contacto con el virus y los que pueden propagarlo".

Ningún tipo de mascarilla, dicen los expertos, puede evitar en un 100% que las partículas se filtren. Y a medida que éstas se humedecen se vuelven menos efectivas.

Algunos piensan que podrían ser útiles si las usan las personas con síntomas de gripe para evitar que propaguen la infección.

Pero esto, creen los expertos, podría dar a la gente un falso sentido de seguridad.
 
Falsa seguridad

El doctor Ronald Cutler, subdirector de ciencias biomédicas de la Universidad de Londres, explica que "si estornudamos con una mascarilla el virus quedará contenido, y por eso se cree que si todos las usamos podría frenarse la propagación.

"O también se cree que se puede evitar si se le pide a la gente que tiene gripe que use mascarilla. Pero para cuando la gente ya está diagnosticada ya es demasiado tarde. El uso de mascarilla puede alarmar más que ayudar a la población.

"Y el principal problema es que hemos visto que cuando alguien estornuda suele quitarse la máscara. Así que estamos dando un falso sentido de seguridad a la población".

El doctor Cutler agrega que "las mascarillas no son trajes bioquímicos. Obviamente sólo nos cubren una parte del cuerpo, pero nuestras manos y nuestra ropa también pueden tener el virus.

"Cuando la gente lleva una mascarilla cree que está protegida y que está bien seguir acudiendo a áreas donde hay muchas gente.

"La mejor recomendación es cubrirse la boca con un pañuelo desechable cuando se tose o estornuda. Y lavarse las manos después de estornudar o de tocar superficies que puedan estar contaminadas".

La doctora Gail Lusardi, experta en salud pública de la Universidad de Glamorgan está de acuerdo.

"Las mascarillas por sí solas no evitan la propagación del virus de influenza. Las medidas de higiene básicas como lavarse las manos, usar y desechar los pañuelos al estornudar y desinfectar las superficies son la clave para evitar la transmisión de la infección".

En cuanto a las mascarillas, dice la experta, son "mejor que nada" cuando es imposible evitar el contacto cercano con un individuo contagiado o potencialmente contagiado.

Pero agrega que "una mascarilla puede usarse contínuamente hasta 10 horas, pero si durante ese tiempo la persona se la retira de la cara ésta debe ser reemplazada".




El fraude del aplanacurvismo cada día más patente.

Cuatro meses han pasado desde que escribimos esta entrada en el blog: Más fracasos y ridículos de la fe "aplanacurvista".

Podemos decir ahora que el tiempo confirma el fracaso y el ridículo de la secta apocalíptica aplanacurvista, tomando los ejemplos de Suecia y Brasil.


Suecia  donde únicamente se ha confinado a los ancianos en las residencias comparado con España, con las medidas de confinamiento entre las más duras del planeta.



 

Brasil, donde no se ha tomado ninguna medida comparado con España en muertes por millón de habitantes.


 

La realidad ha sido  justo la contraria de lo que farsantes como Neil Ferguson nos dijeron que pasaría con sus modelos matemáticos y sus predicciones teóricas.

Brasil sin confinamiento ni ninguna otra medida de contención ha obtenido una curva suave y progresiva. Suecia sin cerrar escuelas ni confinar a la población, salvo a los ancianos en las residencias, ha conseguido la inmunidad de "rebaño" con bajas asumibles.

En cambio en España Las medidas de confinamiento han traído caos, incertidumbre y pánico lo que ha  provocado una curva acelerada y concentrada, con un exceso de mortalidad entre los mas altos del mundo, no se ha protegido a los ancianos que han supuesto casi el 70% de los fallecidos, y no se ha evitado el colapso del sistema sanitario.

 


¿Podemos decir ya que esto no es que sea un maldito bulo, sino que es una jodida estafa? Aun más, el confinamiento ha sido un crimen de lesa humanidad y debería ser juzgado como un genocidio. ¿Pagarán alguna vez los criminales responsables de estas medidas por lo que  han hecho y continúan haciendo?



Comparamos en muertes por millón de habitantes: España, Suecia,  con  Brasil y Japón (sin confinamiento).  Los confinamientos no han alterado significativamente el desarrollo natural de la epidemia.

 

Como hemos visto en anteriores entradas, no hay correlación entre "casos" y defunciones. Los casos han seguido un ascenso exponencial, las muertes se han mantenido estables.


Otro dato que suele obviarse, Brasil esta en el primer puesto en casos recuperados.


Quien lo iba a decir, la llamada "inmunidad de rebaño" funciona. Las epidemias siguen una progresión natural, los contagios ascienden de forma exponencial, alcanzan un pico de altitud  y empiezan a bajar de forma natural independientemente de las medidas que tomes.

Ante los hechos hay que rendirse, abandonar las hipótesis falsadas, y estar alertas ante los bulos de los periódicos tendenciosos y politizados ante los que toda persona que se precie de sensata y racional debería estar alerta.

El plan de  "aplanar la curva" era inmoral y perverso, no evitaría los muertos ni los contagios, sino que los alargaría en el tiempo y los ralentizaría para evitar la saturación de hospitales que supuestamente sucedería  si nos contagiábamos todos a la vez. Mucho se habla de los rebrotes, cuando eran parte del plan ¡que nos contagiáramos después del confinamiento estaba previsto!

¿Ha merecido la pena destruir la economía del país, hundirnos en la desesperación, el futuro incierto que nos espera? ¿Es razonable el ruinoso precio a pagar por contener unos pocos meses una enfermedad no mucho más letal que una gripe? El confinamiento ha multiplicado la mortalidad. La supuesta cura ha sido en la práctica mil veces peor que la enfermedad ¿Cabe ya alguna duda?.

Las teorías y los modelos matemáticos quedan bien en un power point y ahí deben quedarse, no se debe legislar conforme a ellos y mucho menos someter a la población a experimentos médicos como el confinamiento sin someterlos antes a pruebas en animales con ensayos clínicos controlados y aleatorizados que demuestren su eficacia en el mundo real. 

Hay que estar cabreado, no asustado, superar el síndrome de Estocolmo, Debemos ir contra nuestros secuestradores y pedir que rindan cuentas.

Dr Jordi Vila sobre las pruebas PCR.

Video completo aquí.

Esta ha sido la pandemia de los test, una testemia, "test, test, test" nos decían, solo el divino test nos salvara.  

Pero los test no son más que una herramienta y como todas las herramientas en malas manos, por ejemplo las del gobierno, pueden ser letales. Una navaja de afeitar es  útil, dale una a un mono y tendrás Los crímenes de la calle Morgue.

Saca los test de su contexto clínico, médico y epidemiológico, se los das al gobierno y obtienes como resultado esta epidemia de secuestros poblacionales rebautizados con el  eufemismo "confinamiento" justificados en test irrelevantes, defectuosos, y que dan falsos positivos:

Los test de anticuerpos de COVID-19 pueden dar más falsos positivos que verdaderos.

Rebrotes (de test PCR) 

 

En cuanto a la otra epidemia, la del virus, su letalidad es comparable a  la gripe estacional -no a la famosa gripe de 1918 que fue mucho mayor-:

 

Ciertamente su mortalidad ha sido mayor, pero cada vez hay más pruebas de que el exceso de mortalidad ha sido causado por el confinamiento y las demás medidas sanitarias irracionales, contradictorias, absurdas  e irresponsables impuestas por el gobierno. 

Por ejemplo, por la falta de atención médica a enfermedades cardiovasculares,  que son la principal causa de muerte en España, ya que la atención, los recursos y el personal sanitario se ha desviado a tratar el coronavirus, descuidando el resto de enfermedades: 

 

En este momento, sin confinamiento creando caos sanitario, miedo, pánico y bajada de defensas y falta de atención médica, el virus esta resultando "tan mortal" que tienen que buscar a los enfermos con una ferocidad y ahínco nunca antes vista, dedicando a ello miles de rastreadores, haciendo test a población sana y a todos sus contactos, para encontrar algunos asintomáticos con los que alimentar a esos buitres que escriben titulares llamados, según ciertas clasificaciones zoológicas, periodistas. 

Por eso en los titulares se siguen multiplicando los "casos" -positivos en una prueba PCR-  mientras que el número de muertos permanece estable desde hace meses.



Como ejemplo de periodistas buitres, este vídeo que ha circulado bastante por las redes sociales.  El Dr Luis de Benito es entrevistado sobre el supuesto aumento "de casos".  Si aún no lo has visto, dedica unos minutos a ello, merece la pena:


En una cosa creo que  se "equivoca" el Dr, o la memoria de juega una mala pasada -a mi mismo me pasa, los eventos de los últimos meses se mezclan en mi memoria-. Quizá quiso decir que los hospitales estaban colapsados en diciembre, a causa de la gripe, o en  marzo, a causa del pánico creado por el estado de alarma, el confinamiento, y el cerrar centros de asistencia primaria más que del virus, porque en abril estaban así:  

Urgencias vacías: la luz empieza a asomar en Madrid






La gripe ha desaparecido.

El año 2020 será recordado por muchas cosas, pocas buenas, muchas malas. 

Entre las buenas, un milagro: fue el año que la gripe desapareció. Ni un solo caso registrado por la OMS desde marzo. Fuente: Organización Mundial de la Salud.


En España:


 Comparado con la temporada 2016-17

 


 Comparado con la epidemia de 2009

 



 

¿Donde fue la epidemia de gripe que ocupó portadas en las noticias hasta enero de este mismo año?


Esa epidemia de gripe que tenía hospitales y urgencias colapsadas desde principios de febrero.

 

 

Enfermos de  gripe que incluso se confundían con casos de  coronavirus, como este caso a finales de febrero.

 


¿Se han vuelto a hacer pruebas de gripe a las personas que tienen "síntomas compatibles" con el coronavirus -que son tambíen compatibles con la gripe-?




“Los test de anticuerpos de COVID-19 pueden dar más falsos positivos que verdaderos”

He criticado en anteriores ocasiones a los tecnócratas que confunden la realidad con sus modelos matemáticos como por ejemplo el infame Neil Ferguson "epidemiólogo" creador del informe que justificó el confinamiento en Inglaterra y en otras partes del mundo, cuyas predicciones apocalípticas, todas fallidas,  se acercaban más a la nigromancia propia de un astrólogo que a la precisión y el rigor que se debe exigir de la ciencia.

Lo que no significa que no existan "algunos hombres buenos".

Por ejemplo, Kit Yates doctor en Biología Matemática por la Universidad de Oxford.  Reconoce en esta entrevista que los test de anticuerpos dan más falsos positivos que verdaderos y lo explica en base a las matemáticas.


Extracto del Artículo “Los test de anticuerpos de COVID-19 pueden dar más falsos positivos que verdaderos”  ver:   original   archivado

 

¿Qué nos dicen las matemáticas sobre la fiabilidad de las pruebas de coronavirus?

Nos pueden ayudar a comprender algunas de las sutilezas que están detrás de los test. Ahora se plantea hacer pruebas de anticuerpos y dar un ‘pasaporte de inmunidad’ a aquellos que dan positivo por haber tenido la enfermedad, lo que les permitiría regresar al trabajo. Sin embargo, existe tanta controversia como entusiasmo sobre esta nueva idea. Además de las implicaciones éticas –personas en circunstancias difíciles a las que se puede ‘animar’ a contraer la enfermedad para volver a trabajar–, de privacidad y que la propia OMS haya puesto en duda que una persona recuperada de COVID-19 esté protegida de futuras infecciones, existe preocupación sobre la precisión de las pruebas.

 ¿A qué se refiere? ¿Nos puede poner un ejemplo?

Tomemos uno de los test de anticuerpos aprobados por la Administración de Medicamentos y Alimentos ​​(FDA) de EE UU. Si tienes anticuerpos contra la COVID-19, esta prueba te lo dice correctamente el 93,8 % de las veces, pero si no los tienes, acertará un 95,6 % de las ocasiones (es lo que se llama, respectivamente, sensibilidad y especificidad de la prueba). En principio obtener un resultado correcto más del 90 % de las veces suena bastante alentador, pero pensemos que ocurriría si se hacemos el test a 10.000 personas, teniendo en cuenta que solo el 3 % de la población mundial puede haber tenido COVID-19 y se ha recuperado, como indican algunas estimaciones recientes de la OMS.

Esto significa que 9.700 de los 10.000 examinados no habrán tenido la enfermedad y solo 300 sí. De esos 300 pacientes recuperados, al 93,8 %, o 281, se les va a informar correctamente que tienen anticuerpos contra la COVID-19. Pero a la gran mayoría (9.700) de las personas que no han pasado la enfermedad, al 4,4 %, o 427, se les dirá incorrectamente que la tuvieron y se recuperaron. Por tanto, serán muchas más las personas que reciban falsos positivos que las que obtengan verdaderos positivos.


Esquema elaborado por Kit Yates para visualizar cómo los falsos positivos pueden tener más peso que los verdaderos cuando la prevalencia de una enfermedad, como COVID-19, es baja en una población y el test considerado carece de especificidad.

 

Y eso supone un riesgo...

Hasta el 60 % de aquellos [supuestos positivos según el test] liberados de nuevo al mercado de trabajo podrían estar en riesgo de infectarse ellos mismos y, sin saberlo, propagar también la enfermedad a otras personas, provocando una segunda ola de la epidemia. Este problema de que los falsos positivos superen a los verdaderos ocurre cuando la prevalencia de una enfermedad es baja y la prueba carece de especificidad, ofreciendo esa proporción significativa de falsos positivos. Aquí estamos hablando de test de anticuerpos, pero no sería el caso de las pruebas PCR.

En el libro comento que esta situación es común en los programas de detección. En el cribado del cáncer de mama, por ejemplo, los falsos positivos pueden superar a los verdaderos en una proporción de tres a uno, lo que genera ansiedad y la posibilidad de realizar intervenciones innecesarias.


De modo que esto sucede con las pruebas de anticuerpos, que tienen una precisión del 90% ¿Que pasará entonces con  pruebas PCR que tienen  una sensibilidad del 80%?



La ciencia nos da la razón.

En un reciente estudio que enlazo más abajo sobre las tasas de letalidad del SARS-cov2 en las comunidades autónomas se confirman cosas que llevamos sospechando o defendiendo en este mismo blog desde el principio de la gran crisis provocada por el confinamiento, y que ha sido achacada al nuevo coronavirus.

Algunos puntos destacados.

La prensa y el gobierno continúa asustando a la gente con "rebrotes",  "contagios" y "cifras de muertos" como si dependiera lo uno de lo otro o incluso como si fueran la misma cosa,  sin advertir que la ciencia dice algo distinto, no hay correlación entre ellos:

No se encontró correlación entre las TL y la prevalencia estimada de la infección.

En el estudio se reconoce que el confinamiento no ha servido para nada, la prevalencia en todos los países es la misma independientemente de las medidas tomadas:

Un aspecto interesante es comprobar como la prevalencia poblacional en los países de la Unión Europea es similar, con independencia de las evidentes diferencias en las estrategias sanitarias implementadas.

A pesar de el caos y el pánico creado por las medidas inútiles impuestas por los gobiernos y la campaña de terror y desinformación de los medios de comunicación y las redes sociales, en el raro caso de que pilles el virus tienes más de un 99% de posibilidades de sobrevivir:

Los resultados de este análisis muestran como aproximadamente 9 de cada 10 personas positivas para el COVID-19 han presentado una forma leve de la enfermedad o han sido asintomáticas

la tasa de letalidad global es inferior al 1%

¿De donde sale entonces el exceso de mortalidad? al contrario de las previsiones de los "tecnócratas de la simulación" que hablaban de que el colapso sanitario sería lo que mataría a la gente, en la realidad no ha sido esa la causa o al menos no la única:

no se encuentra correlación entre las tasas de letalidad y la prevalencia de la infección. La saturación del sistema sanitario podría ser una razón, pero no la única

En el estudio no se han tenido en cuenta las residencias de ancianos. Es como si hubiera dos "epidemias" fuera de las residencias la mortalidad es igual o inferior a una gripe, dentro no. ¿Que ha pasado en las residencias de ancianos? ¿han muerto por el virus o por otra causa? nadie lo sabe, a la población general no se le han  hecho autopsias:

Con respecto a los datos de letalidad, hay dos aspectos relevantes. En primer lugar, se han incluido como fallecidos solo los confirmados por PCR. No se han considerado los casos procedentes de las residencias de mayores

No existe información fiable sobre los fallecidos procedentes de las residencias, por lo que sería dificultoso incluirlos. Podrían obtenerse datos a partir del registro civil, pero no permitiría discriminar la procedencia.

A pesar de que la prensa nos bombardeaba con noticias aterradoras de "hospitales colapsados", la atención de enfermedades graves se ha reducido.

En contra de las previsiones proféticas de los tecnócratas más cercanas a la astrología que a la ciencia,  la gente no ha acudido en masa a los hospitales, al contrario, han dejado de ir  incluso estando graves por el pánico a contagiarse generado por los medios, lo que sin duda ha influido en disparar las cifras de mortalidad, con las que volvían a aterrorizar a la gente en un círculo vicioso, achacando las muertes únicamente al virus, la población se asustaba aún más y acudía aún menos al hospital, lo que continuaba aumentando las cifras de muertos:

Es cierto que durante los meses de pandemia se ha producido un exceso de mortalidad que podría ser atribuible exclusivamente a la COVID19. En España, las enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica e ictus) son la principal causa de mortalidad, y sin embargo, tanto la realización de angioplastias intervencionistas como la atención de ictus en urgencias se ha reducido en un 48 y un 23%, respectivamente, durante la pandemia19,20. La incidencia mensual histórica de complicaciones cardiovasculares es bastante uniforme, y extrapolando con los datos de las epidemias de gripe, el número de infartos e ictus esperables debería ser igual o superior a la media, pero nunca inferior. Por lo tanto, existe la sospecha muy fundada de que en muchos casos los pacientes con patología cardiovascular de riesgo vital no han acudido a los servicios de urgencias por miedo a contagiarse. Y de forma similar ha podido ocurrir para otras patologías con riesgo vital. En consecuencia, el exceso de mortalidad no puede ser atribuido en exclusiva a la COVID19, por lo que mientras no dispongamos de esta información de forma detallada, la opción de incluir solo los casos confirmados es conservadora pero realista.

Si ignoramos lo que ha pasado en las residencias de ancianos, y miramos solo lo que ha pasado en los hospitales, la letalidad del virus es casi igual o inferior a la de la gripe, incluso poniéndonos en el peor de los casos, sería tan solo ligeramente superior:

Si se compara la letalidad de la COVID-19 con otras enfermedades epidémicas, la letalidad para los casos graves hospitalizados confirmados de gripe en España en los últimos 5 años osciló entre el 12,2% (2015-2016) y el 17,5% (2018-2019)21, superior a la letalidad bruta de los casos confirmados por la COVID-19. Si se consideran las hospitalizaciones, y por lo tanto la expresión moderada/grave de la pandemia, la letalidad, asumiendo los datos más desfavorables, sería del 20,9%, ligeramente superior a la de la gripe.


Se ha dicho que la letalidad de la gripe es 7 u 8 veces mayor que la del covid19, pero no se ha advertido que esa cifra se obtiene de casos estimados de gripe no de casos confirmados. Esto es muy importante, ya que aún es pronto para hablar de casos estimados de coronavirus.

La atención que recibe estos días el coronavirus no es la misma que recibe la gripe, muchos casos de gripe pasan desapercibidos o no se confirman con test, la gente no acude al hospital cuando tiene síntomas de gripe, pero muchos aterrorizados por los medios han acudido al hospital con síntomas leves cosa que otros años no hubieran hecho, por eso comparar datos estimados de gripe con datos confirmados de corona como hacen la prensa y los políticos es hacer trampa:

Si se contabilizan los casos de gripe estimados en atención primaria, los casos hospitalizados y el total de defunciones atribuidas, la letalidad global sería del 0,12% para la epidemia de gripe de la temporada 2018-201921. Ello supondría que la COVID-19 tendría una letalidad entre 7-8 veces mayor. Sin embargo, aún es pronto para establecer estas comparaciones.

Más "casos" no significa más muertes: 

Sin embargo, se han observado diferencias notables en cuanto a la TL en las personas de 65 o más años entre regiones y países. En nuestro país, en algunas CC.AA. se obtuvo un exceso de letalidad (REL) que no se encuentra relacionado con la mayor prevalencia de la infección, ya que CC.AA. con bajas prevalencias entre los mayores de 65 años mostraron una elevada REL, mientras que otras con elevadas prevalencias tenían una REL por debajo de la media. La accesibilidad a los recursos sanitarios en la población de 65 o más años no ha sido uniforme en todo el territorio nacional. La distribución de las residencias, la disponibilidad de las camas de vigilancia intensiva, la accesibilidad a camas hospitalarias y la comorbilidad como limitante del acceso a los recursos sanitarios son factores que deben ser estudiados en profundidad de cara al futuro.

El test no es tan sensible como dicen, tiene fallos. Para crear el pánico haz 1000 test e inunda los titulares de prensa con al menos 200 falsos positivos:

Finalmente, el escenario de la validez del test, con una sensibilidad del 80% para calcular la prevalencia poblacional y letalidad estimadas, es congruente con lo comunicado por diferentes

Las vacunas para la gripe fallan en un 62% entre los ancianos. No es estar en contra de las vacunas, es que nos las han vendido las vacunas como única solución al problema, como la cura milagrosa que nos salvara del coronavirus. Ni siquiera sucede eso con la gripe:
La existencia de la vacuna se estima que reduce en un 38% la mortalidad en los mayores de 65 años21, precisamente los pacientes más afectados por el SARS-CoV-2. 










El bulo de los rebrotes.

Estoy más que harto y no pienso seguir soportándolo, no puedo más con esta secta apocalíptica de los covidianos del séptimo día y sus sumos sacerdotes: Los tecnócratas de la simulación y el algoritmo, los periodistas, los periodistas que van de verificadores de datos y que "verifican" bulos de otros periodistas -el gremio se lo guisa el gremio se lo come, no hay verificadores independientes, apartidistas, y ajenos al periodismo vigilando al vigilante-, los youtubers que van de médicos, los matasanos que van de youtubers que en realidad son una nueva encarnación de Diego el Profeta -Si tu ¡Yeahhh! hijo de puta- , los políticos de todos los colores y gustos...

¡farsantes! ¡gentuza! ¡engañabobos! ¡asutaviejas! ¡desinformadores e intoxicadores de la opinión pública!

Son criminales que deben ser declarados enemigos de la humanidad, perseguidos por la justicia y condenados por un tribunal internacional por seguir manteniendo la actual confusión, el miedo y el pánico que nos ha llevado al desastre del confinamiento, el "crimen de lesa humanidad" definitorio del siglo XXI.

Bajo el falso eslogan "se responsable", "esto es muy serio" etc... ocultan otro mensaje: "ten miedo", "ten pánico", "no pienses, ya pensamos nosotros por ti", "se obediente y sométete". El pueblo asustado es fácil de manipular, renuncia a sus derechos humanos más básicos, se deja aplastar por esta tiranía político-sanitaria que nos han impuesto.

Pensar es pensar contra alguien, en este caso, pensar es pensar contra esta piara de farsantes, criminales organizados y manipuladores "pandemiólogos". Debemos tomar conciencia de que han iniciado una guerra. A diferencia de otras, los bandos enfrentados no son países contra otros países o pueblos contra otros pueblos, sino ellos, agresores, en contra de nosotros, el pueblo, víctima de sus desmanes.

Los que nos defendemos de sus mentiras no somos negacionistas, ni teóricos de la conspiración, somos el pueblo, somos sus víctimas y tenemos derecho a defendernos.


Rebrotes ¿de qué?

El nuevo lema de la secta es que debemos estar aterrorizados por los nuevos "rebrotes" y  "contagios". Quieren que olvidemos  que el objetivo del arresto domiciliario ilegal desproporcionado e injusto era el aplanar la curva no detener los contagios, que eran inevitables, pero al estar más espaciados en el tiempo no saturarían los hospitales. Claro que el lema  "Aplanad la curva" se utilizaba de forma ambigua a posta, sin aclarar a que se refería, si a contagios, a ingresos,  o a fallecidos. 

El confinamiento no ha detenido los contagios ¡pues claro! primero porque es el mayor fraude de la historia y no podría detener ni un avión de mármol, segundo porque  los rebrotes eran parte del maldito plan: aplanar la curva, mismos casos durante mas tiempo ¡eso son los rebrotes!

Los titulares que hablan de rebrotes no pretenden informar, pretenden asustar.

Si aplanar la curva era el objetivo ya se alcanzó.  Los fallecidos  y hospitalizados están actualmente en bajos históricos tal y como muestran los propios datos oficiales: Informe nº 34 de la universidad Carlos III


Mira que curvas:





Por el crimen del confinamiento no hemos desarrollado inmunidad de rebaño, por tanto seguirán los contagios ¡pero los contagios son irrelevantes! no existe correlación entre los llamados "casos"  y la mortalidad.

Nos dice el informe:
La evolución diaria de los casos y las hospitalizaciones de COVID-19 muestra una tendencia descendente hasta el 14-15 de junio. Desde mediados de junio, se aprecia un aumento en el número de casos, mientras que las hospitalizaciones, ingresos en UCI y defunciones mantienen una tendencia a la estabilidad.


Más "casos"  no supone más muertos, más hospitalizaciones ni más ingresos en la UCI, que se han mantenido estables desde el 14 de junio. Lo dice bien claro este informe.

Pero el engaño no acaba ahí. ¿Que es un "caso"? ¿Que significa? Quieren hacernos creer que un caso es igual a un infectado enfermo de covid, pero no lo es:

El 44% de los casos presentó síntomas.

O dicho de otra forma, el 56% de los "casos" son personas sin síntomas, el resto mayormente personas con síntomas leves que no llegan ni a gripe ¡lo normal en un verano por los aires acondicionados!

También dice el informe:
El 93% de los diagnósticos se realizaron con técnicas de PCR.

Un 51% no refería contacto conocido con un caso diagnosticado de COVID-19.

Más de la mitad de "los casos" son positivos en técnicas PCR que no tienen síntomas y el 51% no han tenido contacto con otro enfermo de Covid-19, eso significa que son falsos positivos, siendo rigurosos no se puede afirmar que estén enfermos de COVID.


Es un  BULO, y así lo decían los mismos "expertos". Vamos a demostrarlo.


La primera víctima de la guerra es la verdad. Por tanto para saber la verdad habrá que ver lo que decían los expertos antes del comienzo de la guerra.


Maldita hemeroteca.

Por ejemplo Antoni Trilla, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona y médico del Hospital Clínic nos decía en un artículo publicado el  25-02-2020 originalen webarchive
 

-Si los síntomas son como los de la gripe, ¿cómo podemos saber cuando se trata de coronavirus?

-Yo puedo tener estos síntomas porque estamos en temporada de gripe en nuestro país. Así pues, si no he salido de viaje, he de estar tranquilo, pero si tengo estos síntomas y vengo de Wuhan, la cosa cambia. Los criterios para que una persona consulte al sistema sanitario son, por un lado, los epidemiológicos, es decir si en los últimos 14 días ha estado en la zona de riesgo de Wuhan y la provincia de Hubei, y si ha estado en contacto próximo y relativamente prolongado con alguien que ha sido diagnosticado de esta enfermedad; y por otro lado está el criterio clínico, que son los mencionados síntomas. Si un individuo cumple el criterio clínico y el epidemiológico, entonces pasa a ser un caso de investigación, es decir que se aisla, se comprueba los datos que aporta sobre los criterios epidemiológicos, se le hace la prueba y cuando tenemos el resultado, se pone fin o no al aislamiento. La prueba es un análisis de moco, de esputo o muestras de la faringe


Para ser considerado enfermo de Covid19 primero tienes que cumplir tanto los requisitos epidemiológicos como los requisitos clínicos. Es decir debes tener síntomas, y debes haber estado en contacto cercano con un diagnosticado de Covid19. Si cumples ambos requisitos, entonces es cuando se confirma el diagnostico con una prueba PCR para determinar si realmente estas infectado de ese virus y no de otro.

Por tanto, en esos cacareados "rebrotes" de positivos en pruebas PCR, se esta incluyendo tanto "casos" de personas que no han tenido contacto directo con un diagnosticado  -51%-  como  "casos" que no tienen síntomas -56%- que son falsos positivos pues no han seguido el protocolo correcto para diagnosticarlos. La prueba no es el diagnostico, es la parte final del proceso, no el proceso completo.


¡Es un bulo! ¡una burda manipulación de la prensa! ¡pero no lo verás denunciado en los verificadores de datos oficiales sesgados y partidistas!


Pero sigamos con el artículo. Veamos que más decía Trilla antes de empezar la guerra.
 

-Entonces, ¿no hay que estar preocupados por una posible epidemia en España?

-No hay que estar preocupados, solo hay que seguir con atención la evolución y ver qué pasa. Hoy en día en China tienen un problema y nosotros aquí tenemos la gripe. Ya hay miles de personas infectadas por la gripe en España y algunas morirán. A partir de aquí podemos pensar en: un escenario optimista, que consiste en un control relativamente rápido; un escenario intermedio, que se refiere a que esto durará pero se acabará controlando; y un escenario que se refiere a que a lo mejor no se controla y queda cronificado. Por lo tanto, nuestra preocupación es que aquí hay gripe.


La idea del  confinamiento ni siquiera se la planteaba, no entraba en la mente de un especialista epidemiólogo, porque nada tiene que ver con la medicina, la ciencia o la epidemiología.

El confinamiento era cosa propia de  un estado totalitario chino,  siempre fue una medida política, y no sanitaria, el sueño de cualquier dictador convertido en realidad. Impensable en España, impensable a escala global como acabó sucediendo.

En el peor de los casos, si se descontrolaba el brote no era el fin del mundo ni se destruiría la sanidad,  tendríamos que convivir con el virus que pasaría a formar parte de las enfermedades respiratorias estacionales, otra cepa de gripe más.


En otro artículo,  del 16-02-2020  Original, archivado, archivado 2 Trilla nos decía:

-¿Se están generando demasiados bulos sobre la enfermedad?

-Hay una parte sustanciosa, que también va a una velocidad bastante vertiginosa, de información oficial, aunque, como todo, también se puede matizar. En el otro extremo están las fake news de todo tipo, que van desde las tonterías más inverosímiles hasta las teorías de la conspiración habituales. Pero en medio, y a diferencia de otras epidemias, hay una especie de información pseudocientífica no contrastada. Y ahora como la gente cuelga estudios que no han seguido un proceso de revisión, que son una información pseudocientífica interesada, pues se genera más lío. '¿Esto quien lo dice? Un científico chino de la universidad de no sé donde... Pues coño, ya la hemos cagado'. Esta situación nos ha confundido mucho.

-Dice que también hay una aceleración de las publicaciones científicas sobre el tema.

-Sí. Para nosotros, los profesionales de las epidemias, también está generando una cantidad de publicaciones científicas y comunicaciones impresionante. Las revistas más prestigiosas del mundo también se han apuntado al carro de a ver quién publica primero y en tres días mandas un artículo al New England Journal of Medicine y te lo publican. Ya más parece que hablemos de exclusivas que de ciencia. Hay que poner un poco de pausa, porque el inicio de una epidemia como esta no es el mejor momento para hacer estudios de una perfección científica rigurosa. Está todo como cogido por los pelos, incluso lo más contrastado. Yo creo que se ha desbordado todo.

-¿Qué podría ocurrir en el peor de los escenarios?

-En el peor de todos los escenarios posibles a lo que se apunta es a que quizás acabemos con este virus dando vueltas por el mundo cada año formando parte de otros como los de la gripe o los resfriados. Es muy difícil que esto ocurra, pero tampoco es descartable. Lo que desde luego no va a pasar es una epidemia de proporciones bíblicas y de gran mortalidad. Insisto en que en el peor de los casos se incorporará al grupo de virus que cada año nos tocan las narices desde diciembre hasta marzo. Pero si esto pasa, dentro de año y medio o dos tendremos una vacuna. Y se acabó. No va a ser una sentencia que nos obligue a convivir cada invierno con la epidemia del cororonavirus.
Que gusto leer noticias de antes del inicio del arresto domiciliario y la gran histeria apocalíptica. Los periódicos ya no informan de esta manera tranquilizadora llamando a la calma.

Que agradable era leer a  los "científicos" como el propio Antoni Trilla cuando llamaban a la calma y al análisis crítico de las noticias y avisaban de la gran cantidad de bulos, mentiras, noticias falsas y pseudociencia que nos cuelan en los periódicos, incluso en nombre de "científicos de la universidad de no sé donde". 

Y ni una sola mención a la necesidad de confinamientos absurdos, Algo así era impensable.

¿Que pasó? declararon la guerra  y los científicos como Antoni Trilla ahora ahora  se unen al carro del alarmismo y la narrativa apocalíptica del discurso y defienden los confinamientos que antes ni siquiera consideraban  ¿por qué? ¿Qué ha cambiado?

Trilla de la noche a la mañana se convirtió en otro sumo sacerdote de la secta apocalíptica covidiana, defensor de sus dogmas y sus rituales aplanacurvistas:

Así decía  en un artículo del 20 marzo, en pleno confinamiento:

Para ayudar a evitar esta rumorología, el Dr. Antoni Trilla, uno de los mayores expertos del país en esta materia, ha hablado de la actual situación y dado respuesta a muchas de estas dudas.

“La mejor manera para que no nos contagiemos unos a otros es pensar que cada uno de nosotros está ya contagiado. Y hacer todos los esfuerzos para no contagiar a los demás”, explica. “Este es el marco mental para entender por qué estamos recomendando hacer todas estas cosas, para reducir el número de contagios, fundamentalmente”.

La cuarentena, recalca el Dr. Trilla, es el mejor antídoto para frenar el avance de la pandemia: “Es muy importante para aplanar la curva de contagio y para que no se colapse el sistema sanitario”. El jefe de Epidemiología y Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic opina que es imposible paralizar a todo el país, pero si todas las personas aplican las recomendaciones de las autoridades sanitarias, conseguiremos que el sistema sanitario resista. En su opinión, esta fase de aislamiento se extenderá “más de las dos semanas iniciales”, llegando hasta después de Semana Santa.


Ya empezaban con el engaño de llamar "cuarentena" al confinamiento que es en realidad un arresto domiciliario ilegal y desproporcionado, y a decir que era "el mejor antídoto" ¿Antes por qué no lo era? El peor de los escenarios no era contagiarnos, el peor escenario era imprevisible, el peor escenario es en el que estamos ahora,  la tiranía  que estamos todavía viviendo, bajo el yugo de traidores a la verdad  y traidores a sí mismos,  que la defienden y justifican con mentiras.

Espero que sean juzgados por la historia, y caiga sobre todos ellos el mismo estigma, el mismo desprecio, la misma repulsa, que sobre otros enemigos de la humanidad.






Archivo: los periódicos desaconsejaban el uso de mascarillas durante la pandemia de 2009.

La que fue llamada pandemia de "gripe A" tiene muchos paralelismos con la situación actual aunque sea anatema para los adeptos de la secta apocalíptica de los covidianos del séptimo día comparar el coronavirus con una gripe.  No es una influenza, pero es un virus y provoca los mismos síntomas, y desafío a cualquiera a señalar un síntoma único y diferenciado exclusivo del Covid-19 que no se de en la gripe. La mayor diferencia con la gripe, es que el coronavirus es  menos mortal y menos contagioso.

El brote de H1N1 empezó en México en abril de 2009. En junio de 2009 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la situación de máxima alerta, “pandemia” nivel 6.

Al principio de la pandemia  no había tratamiento, no  existía vacuna, pero sí la misma fauna de tecnócratas: los "expertos", los sacerdotes del algoritmo y los profetas el modelo matemático que erróneamente pronosticaron que aquella  nueva pandemia sería tan terrible como la mal llamada "Gripe Española" -que no se originó en España-  y  que provocaría millones de muertos.

La preocupación y miedo empezaron a descontrolarse entre la población aunque nunca llegó la situación de pánico moral a los niveles que hemos visto estos meses y que aún perdura sin que parezca verse el final.

Aparecieron tratamientos como el tamiflu  y se crearon vacunas, los gobiernos se gastaron millones en comprar existencias a pesar de su dudosa eficacia. Pagado el impuesto revolucionario a las farmacéuticas la "crisis" se fue enfriando. Al final la terrible pandemia de nivel 6 no fue para tanto, el miedo se disipó y todo quedó en un mal recuerdo. Para algunos. Otros parecen haberlo olvidado y por eso estamos repitiendo la historia, por desgracia esta vez, ha vencido el miedo.

El pánico no llegó a descontrolarse en parte fue porque en los medios lejos del alarmismo y sensacionalismo actual, publicaban artículos como el siguiente, que hoy sería denunciado como "magufo" por ciertas empresas  con  articulistas junta letras de tres al cuarto que se autodenominan "verificadores de hechos" pero que en realidad están tan politizados y son tan manipuladores como el resto de sus colegas periodistas. Me pregunto en qué momento se ha llegado a este nivel de corrupción y manipulación del  gremio.



¿Sirven para algo las mascarillas?

María Elena Navas
BBC Ciencia

30 abril 2009


Hay mucha incertidumbre sobre el brote de gripe porcina, pero algo que nos tiene a todos muy confundidos es si las mascarillas sirven realmente para evitar la propagación del virus. No hay evidencia científica que demuestre que las mascarillas evitan la propagación del virus.

Tal como nos contó la corresponsal de la BBC en México, Cecilia Barría, se quedó sorprendida al ver durante una conferencia de prensa en la Secretaría de Salud que nadie llevaba mascarillas. Ni las secretarias, ni los empleados de limpieza, ni los funcionarios, ni el director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades.

Cuando los reporteros le preguntaron a Miguel Ángel Lezana por qué, el funcionario dijo "porque la porosidad de las mascarillas permite fácilmente el paso de las partículas" y agregó que "es muy poco viable que el virus pueda transmitirse por el aire sin estar en contacto con ninguna superficie".

Entonces ¿por qué el gobierno mexicano ha repartido millones de mascarillas a la población? y ¿por qué muchos ciudadanos en ese país están ahora angustiados ante la aparente escasez el humilde tapabocas?

Según Lezana, se repartieron mascarillas por "una demanda de la población. La gente se siente más segura llevándolas, más tranquila, y no les hace ningún daño", afirmó.

Las cosas, sin embargo, podrían no ser tan simples.

¿Alarma?

A medida que la enfermedad se ha propagado de un país a otro, han surgido informes de compras "de pánico" en internet de todo tipo de productos, incluidas mascarillas. Y es que una de las imágenes que nos viene a la mente cuando hablamos de gripe porcina es la de los ciudadanos en México caminando por las calles con el rostro semicubierto.

Los expertos, es cierto, se muestran escépticos sobre la utilidad de las mascarillas para proteger contra la influenza.

Las mascarillas por sí solas no evitan la propagación del virus de influenza. Las medidas de higiene básicas como lavarse las manos, usar y desechar los pañuelos al estornudar, y desinfectar las superficies son la clave para evitar la transmisión de la infección Dra. Gail Lusardi

"Realmente hay poca evidencia de que las mascarillas ofrezcan mucha protección contra el virus de influenza", le dijo a la BBC el profesor John Oxford, virólogo del Hospital Barts en Londres.

"Y creo que haberlas distribuido al público como se ha hecho en México sólo ha servido para despertar desconfianza.

"La gente puede estar tranquila y ser consciente de las recomendaciones de salud, pero empezar a ver a otras personas apuradas en las calles con mascarillas es algo que puede sembrar el pánico", afirma el profesor Oxford.

"Y ése es el tipo de cosas que queremos evitar con una situación como la actual, es decir, alarmar a la gente", agrega.
 
Transmisión

La evidencia científica no demuestra que el uso general de mascarillas en personas que no están enfermas tenga algún efecto.

El Reino Unido, Estados Unidos y otros países han reservado el uso de las mascarillas -y de guantes especiales- para los empleados del sistema sanitario, particularmente aquéllos que están en contacto constante con víctimas potenciales.

Los expertos afirman además que estas personas deben utilizar mascarillas especiales con un filtro que evita el paso de algunas partículas en el aire, pero que son más costosas porque deben ser hechas a la medida del rostro.

El virus de gripe porcina, recordemos, se transmite como cualquier virus de gripe: principalmente por partículas de agua propulsadas hasta un metro cuando una persona contagiada estornuda o tose.

También puede haber contagio al tocar una superficie contaminada (donde la persona enferma ha tosido o estornudado) donde el virus puede sobrevivir algunas horas (dos horas o más dependiendo de la humedad del lugar) y después llevarse la mano a la boca o nariz.

Es por eso que las mascarillas con filtro son mucho más efectivas que las quirúrgicas estándar o las mascarillas contra polvo que se usan en construcciones, y sobre todo que las mascarillas de papel que son totalmente inútiles.

"Un virus como éste no puede contagiarse caminando por las calles, se necesita estar cerca de una persona contagiada -dice el profesor Oxford. Los trabajadores de salud son quienes tienen más probabilidades de entrar en contacto con el virus y los que pueden propagarlo".

Ningún tipo de mascarilla, dicen los expertos, puede evitar en un 100% que las partículas se filtren. Y a medida que éstas se humedecen se vuelven menos efectivas.

Algunos piensan que podrían ser útiles si las usan las personas con síntomas de gripe para evitar que propaguen la infección.

Pero esto, creen los expertos, podría dar a la gente un falso sentido de seguridad.
 
Falsa seguridad

El doctor Ronald Cutler, subdirector de ciencias biomédicas de la Universidad de Londres, explica que "si estornudamos con una mascarilla el virus quedará contenido, y por eso se cree que si todos las usamos podría frenarse la propagación.

"O también se cree que se puede evitar si se le pide a la gente que tiene gripe que use mascarilla. Pero para cuando la gente ya está diagnosticada ya es demasiado tarde. El uso de mascarilla puede alarmar más que ayudar a la población.

"Y el principal problema es que hemos visto que cuando alguien estornuda suele quitarse la máscara. Así que estamos dando un falso sentido de seguridad a la población".

El doctor Cutler agrega que "las mascarillas no son trajes bioquímicos. Obviamente sólo nos cubren una parte del cuerpo, pero nuestras manos y nuestra ropa también pueden tener el virus.

"Cuando la gente lleva una mascarilla cree que está protegida y que está bien seguir acudiendo a áreas donde hay muchas gente.

"La mejor recomendación es cubrirse la boca con un pañuelo desechable cuando se tose o estornuda. Y lavarse las manos después de estornudar o de tocar superficies que puedan estar contaminadas".

La doctora Gail Lusardi, experta en salud pública de la Universidad de Glamorgan está de acuerdo.

"Las mascarillas por sí solas no evitan la propagación del virus de influenza. Las medidas de higiene básicas como lavarse las manos, usar y desechar los pañuelos al estornudar y desinfectar las superficies son la clave para evitar la transmisión de la infección".

En cuanto a las mascarillas, dice la experta, son "mejor que nada" cuando es imposible evitar el contacto cercano con un individuo contagiado o potencialmente contagiado.

Pero agrega que "una mascarilla puede usarse contínuamente hasta 10 horas, pero si durante ese tiempo la persona se la retira de la cara ésta debe ser reemplazada".




Lo que da, y lo que no da.

Los delincuentes que por desgracia nos gobiernan siguen intentando aterrorizar a la población, con campañas publicitarias sensacionalistas, irreales, asustaviejas -nunca mejor dicho- y  repugnantes como la infame nueva campaña financiada por el gobierno de Canarias bajo el eslogan: "Una simple reunión familiar puede traerte de regalo 40 días en coma o incluso la muerte".

Con el coronavirus, como con la gripe hay  que tomar ciertas precauciones si formas parte de la población vulnerable. Pero el terror, la histeria y la irracionalidad que estamos viendo estos días no ayudan a nadie, no tienen sentido y solo empeoran la situación con un pánico generalizado que es más mortal que cualquier virus.

A estas alturas deberíamos estar ya más informados y menos asustados. No estamos igual que hace 5 meses cuando nos encerraron condenándonos a un arresto domiciliario desproporcionado, ilegal e inconstitucional. 

Los políticos sinvergüenzas y canallas, como era de esperar, se empeñan en hacer justo lo contrario, seguir manteniendo el miedo, una población asustada es fácil de engañar y controlar.

El "nuevo" coronavirus SARS-cov2 ha demostrado ser una enfermedad menos grave y menos contagiosa que otros  virus, como el H1N1 responsable de la gripe española que mato 100 millones de personas entre 1918 y 1920 y de la pandemia del año 2009,  o el SIDA, que hoy sigue matando a casi un millón de personas al año en todo el mundo.

Esto me ha traído a la memoria una famosa campaña informativa sobre el SIDA del año 1987. Sí, soy suficiente mayor para recordarlo. ¿Y vosotros?

En aquella época había poca información sobre el SIDA, era una nueva enfermedad para la que no había tratamiento, vacuna, ni cura. Su aparición provocó un pánico generalizado y una confusión entre la población no muy diferente al actual con el coronavirus. Como ahora la gente tenía miedo, se difundieron  bulos alarmistas y noticias falsas, los rumores decían  que se trasmitía por el aire, por tocar a un enfermo "asintomático", por los mosquitos, por los besos etc. nada de eso era cierto.

Aún así, no se tomaron medidas irracionales, inconstitucionales y sin base científica como los confinamientos. El mundo aún no estaba tan corrupto.

El ministerio de sanidad  de entonces centró sus esfuerzos en tranquilizar a la población con campañas informativas en los medios de comunicación, en vez de coaccionar con medidas absurdas a golpe de Decreto Ley como se ha hecho ahora. Con ese objetivo  crearon y difundieron aquella campaña,  divertida y entrañable pero a la vez veraz y honesta, en un intento de instruir a la población de todas las edades y desmentir los rumores sin fundamento que circulaban aquellos días.

Se emitieron anuncios de televisión y de radio, y se colgaban carteles en los institutos y los gimnasios. Los protagonistas eran unos simpáticos muñecos con forma de símbolo masculino y femenino que mostraban de forma gráfica pero sencilla que practicas trasmitían el SIDA y cuales eran seguras.



Y fue un gran éxito, el miedo se fue disipando gracias a campañas como esta  y a películas como Philadelphia (1993) Protagonizada por Tom Hanks y con Antonio Banderas en uno de sus primeros papeles en Hollywood. La opinión pública cambió su visión sobre la enfermedad, que aún hoy mata  mucho más que el gran lobo malo coronavirus.


He decidido mezclar ambos conceptos, ¿Cómo sería una campaña como la de los ochenta pero aplicada actualmente al coronavirus?  me ha salido esto.

¿Qué da, y qué no da?






Celebrar un cumpleaños ¡Sí da!



Celebrar una victoria electoral ¡no da!



Ceremonia íntima por un ser querido ¡Sí da!


Entierro multitudinario de un ex-político comunista ¡No da!




El pueblo en la playa ¡Sí da!



La casta en la playa ¡No da!





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