No hay vacuna contra la tiranía.


Del eslogan "las vacunas son seguras y eficaces" unánime y omnipresente, pasamos a una nueva fase. Los medios empiezan -de nuevo de forma unánime- a colar en las noticias que "las vacunas no son la solución". 


Noticia del NY Times: Según la vacunación se desarrolla, en los hospitales de Míchigan más personas que nunca antes en la pandemia están siendo hospitalizadas, son más jóvenes y llegan más graves.

 





Otra entrevista a un virólogo español en la India: Una vacuna que no inmuniza. (vídeo)



Ha pasado año y medio de los 15 días para aplanar la curva, de los otros  15 días para vaciar hospitales,  de los 15 días más hasta que bajen los casos, de los sólo otros 15 días hasta que no muera nadie, y del posterior  "6 meses" hasta que salgan las vacunas.  

Ya están aquí las vacunas, continuamos padeciendo medidas draconianas como toques de queda y pañales tapabocas obligatorios, y sigue reinando el miedo y la incertidumbre respecto al futuro.

Todo por la vida, pero sin la vida.

Para salvar vidas tenemos que renunciar a vivir, sacrificar nuestra propia vida.

Según los medios terroristas la situación siempre empeora. Por ese método han  convencido a la mayoría de la población de que por nuestro bien debemos aceptar todo tipo de recortes en libertades y derechos fundamentales. 

Han conseguido mediante el miedo y la manipulación un nivel de sumisión, docilidad y obediencia que ninguna dictadura antes en la historia había soñado con implantar. Han impuesto cambios en nuestro modo de vida sin precedentes que en circunstancias normales serían impensables, que hemos permitido y seguimos permitiendo gracias a la mayor y más constante de todas las mentiras: "es el último esfuerzo".

Nos piden sólo un pequeño sacrificio, no es mucho, otra pequeña concesión más, otro último esfuerzo que resulta ser el penúltimo antes del "esta vez si"  esfuerzo definitivo.  

Seamos claros. Ningún sacrificio será suficientemente grande para saciar el ansia expiación de esta nueva secta milenarista, los covidianistas de la cepa de los últimos días.  Nunca tendrán suficiente. Siempre habrá una nueva variante, una nueva cepa, una nueva mutación, otro pequeño sacrificio más que realizar. Jamás seremos lo suficientemente ortodoxos, ni lo bastante "responsables". No habrá vacunas lo suficientemente eficaces.

Porque la vacuna que  urgentemente necesitamos no existe: la vacuna contra la tiranía. 

Una vacuna segura y eficaz que consiste en decir "basta". En decir  NO. Ellos no van a parar, debemos pararlos nosotros.



Aquellos que renunciarían a la libertad esencial para comprar un poco de seguridad temporal, no merecen libertad ni seguridad. 

 Benjamin Franklin

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