Dice el famoso aforismo virtual conocido como "Principio de Hanlon": no culpes a la maldad cuando puedas culpar a la estupidez. Se debería añadir una excepción: en cuestiones de ideología de género culpa a los dos.
Este es un tema polémico porque afecta a la libertad sexual del varón: la prostitución. Mi posición en este asunto es bien clara, lo que hagan en la intimidad dos personas adultas de manera libre y consentida no es asunto en el que deban meterse ideologías, estados o iglesias. Para el varón, el sexo gratis no existe, solo cambia la tarifa. Por tanto es decisión suya si prefiere pagar por horas a una profesional antes de tenerlo, o pagar por años a una no profesional durante el divorcio después de tenerlo, y eso con suerte, si no se lleva el paquete entero -divorcio+denuncia-.
El blog Malaprensa, dedicado a señalar los "Errores y chapuzas de la prensa española", desmonta en una entrada muy interesante un bulo que se ha difundido estos días en la prensa: ¿20% de clientes de prostitución el último año? No, claro, ni mucho menos .
Al menos se atreve con la parte de la estupidez, en la parte de la malicia apenas rasca y no le culpo, el que sea un estudio financiado por el Ministerio del Amor, perdón, en que estaría yo pensando, quiero decir la delegación del Gobierno para Violencia de Género, lo criticamos aquí.
Se queja el autor de Malaprensa de que los periodistas hagan las cosas "tan mal, con tan poco esfuerzo, con tan poca cabeza." La ideología de género establecida, a la que esos periodistas rinden cuentas, pone en cambio mucho esfuerzo y mucha cabeza en criminalizar al cliente de prostitución, y si tiene que mentir, exagerar, inventar, amarillear, lo hace. Este bulo con que nos ha bombardeado la prensa estos días es tan solo una parte de su campaña de adoctrinamiento e ingeniería social.
Si de verdad a esta ideología le preocupara el bienestar de las profesionales del sexo y quisiera acabar con las mafias y la trata de blancas, dejaría de presionar para imponer sus dogmas y su doble moral, y presionaría para que la prostitución se normalice y se despenalice.
Tomando como ejemplo lo que sucedió durante la ley seca, ¿cuantas mafias hay a día de hoy comerciando con alcohol metílico de contrabando cuando puedes comprar alcohol más barato y de mayor calidad en la tienda de la esquina? no es necesario un doctorado en física cuántica para hacerse una idea de cómo solucionar el problema, cuando el alcohol se legalizó, las mafias, la criminalidad y la corrupción política asociadas al contrabando ilegal se desvanecieron tan rápido como habían aparecido y no por arte de magia, sino por pura lógica de mercado. Claro que por esa misma lógica de "mercado" esta ideología le sale más provechoso mantener, fomentar o incluso inventar el problema y luego pedir subvenciones y presupuestos para presentarse como la solución.
Si esta ideología se preocupara por el bienestar de las mujeres, trataría la prostitución heterosexual como trata la prostitución homosexual y transexual, ya que la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid no ha tenido problemas para patrocinar a través de la Fundación Triángulo calendarios de "trabajadores del sexo" donde se daba una imagen positiva, luminosa y festiva de este tipo de prostitución, ni para financiar con ayuda de la Junta de Andalucía webs de apoyo y asesoramiento para trabajadores y clientes como Sindudas.org. O toda la prostitución es mala, o toda buena, o todo cliente merece ser perseguido o todo cliente merece ser asesorado, no es admisible este doble rasero dependiendo de tu condición sexual.
Cliente heterosexual en las campañas de pureza moral financiadas por el estado:
Cliente de prostitución homosexual o transexual según la web "Sin Dudas" financiada por el estado y la Junta de Andalucía.
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