El signo de los tiempos.
Recuerdo el cine juvenil de los 80, nuestra generación creció viendo películas como Juegos de Guerra del año 83 con Matthew Broderick y Ally Sheedy, en la que se enseñaban valores pacifistas como que la guerra no tiene vencedores.
Con esta película aprendíamos que vale más usar el ingenio que la fuerza y que hasta una computadora carente de corazón puede entender que la guerra es un juego absurdo cuyo único movimiento ganador es no jugar.
Otro clásico juvenil protagonizado por Matthew Broderick, Proyecto X, una película del año 87 con una joven Helen Hunt como coprotagonista, en ella se enseñaba a valorar la libertad, el amor y la compasión por los animales, y se incitaba a no obedecer ordenes ciegamente cuando estas son injustas.
Estoy seguro que estas películas vistas hoy no serían del agrado ni del gusto posmoderno, son lentas y claramente no pasarían el "test de Bechdel" o cualquier otra ocurrencia absurda de la ideología de género establecida. No son suficientemente progresistas, es más, vistas hoy serían consideradas retrógradas, los papeles principales son interpretados por hombres y no hay mujeres fuertes, autosuficientes y perfectas en todo que jamás necesitan ser rescatadas como "damiselas en apuros", y los hombres son presentados de manera positiva como como científicos, mandos militares responsables y preocupados por la seguridad de los ciudadanos, o buenos padres -como la historia del Dr Falken y la pérdida de su hijo que siempre me estremeció en Juegos de Guerra-, aunque también llevan el peso de los papeles negativos. Aparte de la protagonista, no hay al menos dos mujeres hablando entre ellas en algún momento de algo que no sea un hombre, no hay cuota femenina.
Como aficionado a la ciencia ficción suelo dar oportunidad a casi todas las producciones recientes de este género, aunque estén dirigidas a público juvenil, a veces me arrepiento de hacerlo, o soy incapaz de identificarme con la trama, como con "Los Juegos del Hambre", otras me resultan entretenidas como "El Corredor del Laberinto" o "Divergente", otras son recibidas con una mezcla de aburrimiento y total indiferencia como "El Juego de Ender", película muy olvidable. "La Quinta Ola" protagonizada Chloë Moretz entraría en esta última categoría, cinta mediocre y previsible.
Pero si hay un lugar común en este nuevo cine juvenil es el modo de tratar la violencia. Si en las películas de los 80 se ensalzaban valores pacifistas, en todas estas películas vemos a chicos jóvenes recibiendo entrenamiento militar, que son enviados a guerras contra alienígenas o a juegos violentos donde se tienen que matar entre ellos, se enseña que es bueno obedecer ordenes ciegamente. Si en "Juegos de Guerra" con ingenio se solucionaba cualquier problema, e incluso se podía escapar de una base militar de máxima seguridad con unas tijeras y una grabadora, en este nuevo cine juvenil se nos presenta que la solución para todo conflicto sea grande o pequeño es la violencia. Especialmente llamativa, es la forma de presentar la violencia de la mujer contra el hombre.
No recuerdo ninguna película juvenil de los 80 donde se justificara la violencia del hombre hacia la mujer en ningún caso, si conocen alguna por favor háganmelo saber. Claro que a quién le importan esas películas casposas y viejas que no se adaptan a los dogmas de la modernidad.
En el cine infantil y juvenil actual, en lo que supongo es un intento de representar la "liberación de la mujer" la "violencia de género" contra el hombre es mostrada con total frivolidad, como algo gracioso y divertido, y con una frecuencia alarmante como mínimo.
El signo de los nuevos tiempos pasa por solucionar conflictos de manera violenta, el militarismo es un valor en alza, obedecer ordenes es progresista y que una mujer pegue y humille al hombre es moderno, tolerante y avanzado, curiosa época nos ha tocado vivir.
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Hay un niñito tullido en el hospital que te pide que comentes, lo sé porque lo tullí yo mismo para que te inspirase.